Asesinatos alcanzan récord en México en primer año de López Obrador

Ene 22 2020 11:04 am 0
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Los asesinatos dolosos registrados en México en 2019 alcanzaron la cifra récord de 34.582, la más alta desde 1997, el primer año del que se tiene registro oficial, según datos oficiales. El mes del año pasado con el registro más alto de homicidios fue junio, con 2.993 víctimas, detalló el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En 2018, los asesinatos ya habían llegado a su nivel más alto en este registro oficial, con un total de 33.743 homicidios. Pero el año pasado la marca alcanzó un nuevo máximo histórico.

La suma de 2019 equivale a un promedio de casi 95 asesinatos dolosos por día en
México, un país azotado por una incesante ola de violencia que se exacerbó en 2006, cuando se militarizó la guerra contra las drogas.

Desde entonces, casi 275.000 personas han sido asesinadas en México, según cifras oficiales que no detallan cuántos de estos casos estarían ligados al crimen organizado.

El presidente Andrés Manual López Obrador, que el primero de diciembre cumplió su primer año de su sexenio en el gobierno, sostiene que la violencia será menor si se combaten la pobreza, la exclusión y la falta de oportunidades, y por la disminución del uso de la fuerza contra los criminales.

Todos esos, según el presidente, son los detonantes.

Las regiones más violentas

En una mirada regional, Guanajuato (centro), uno de los polos industriales más importantes de México que concentra a grandes fabricantes mundiales de automóviles, aviones y manufacturas pesadas, fue el estado donde más
asesinatos intencionales se cometieron en 2019: un total de 3.540.

En segundo lugar se ubicó con 2.859 homicidios Baja California, donde se encuentra Tijuana, fronteriza con San Diego, en California, Estados Unidos.

Y en el Estado de México, colindante con la capital del país, 2.856 fueron ultimadas de forma dolosa, de acuerdo con el reporte. Jalisco -bastión del poderoso cartel Jalisco Nueva Generación- y Chihuahua, que limita con la estadounidense Texas, también figuraron entre las regiones con más altos números de asesinatos.

Sólo en el municipio de Tlajomulco en las afueras de Guadalajara, capital de Jalisco, y la segunda ciudad más grande de México, se han exhumado más de un centenar de cadáveres de fosas clandestinas desde noviembre pasado.

Desde que se militarizó la guerra contra las drogas, el número de desaparecidos también se multiplicó de forma virulenta.

Según el último reporte oficial suman 61.000 personas desaparecidas desde la década de 1960, pero con un importante aumento desde 2006.

Unos de los casos de homicidios más resonantes ocurridos el año pasado en México, fue el asesinato en noviembre de tres mujeres y seis niños de una comunidad mormona mexico-estadounidense, en el norte del país, cuando las dos familias viajaban por una vía rural con rumbo a Bavispe (Sonora) y Janus (Chihuahua), regiones fronterizas con Estados Unidos.

Las autoridades sostienen que el crimen habría sido perpetrado por pistoleros del narcotráfico producto de una confusión, pero los familiares de las víctimas rechazan esta versión.

Bien en popularidad, mal en seguridad

López Obrador, conocido popularmente como AMLO, ha logrado mantener el índice de aprobación en 72 %, según una encuesta del periódico El Financiero publicada a principios de este mes, pero los votantes probablemente responsabilizarían a su partido Morena por los malos resultados de la seguridad en las elecciones legislativas de mitad de periodo en 2021.

Dos episodios de alto perfil a finales del año pasado centraron la atención en los problemas de seguridad de México.

En octubre, el gabinete de seguridad de AMLO decidio liberar al hijo capturado del líder del narcotráfico Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán para evitar un tiroteo y un derramamiento de sangre entre las autoridades y los delincuentes que el Gobierno temía que afectaría a civiles.

En noviembre, nueve miembros de una familia mormona con doble ciudadanía estadounidense-mexicana fueron asesinados en un ataque por individuos armados pertencientes al crimen organizado.

El presidente Donald Trump ha presionado a México para que intensifique la lucha para combatir las bandas de narcotraficantes, y ha pedido que las naciones “emprendan la guerra” contra los carteles conjuntamente.

En noviembre, mencionó que podría designar los carteles organizaciones terroristas.

Hasta ahora, México se ha resistido a un enfoque duro, deseando evitar el nivel de militarización que tuvo lugar cuando Felipe Calderón fue presidente (2006 – 2012).

Los esfuerzos de México se han centrado en desplegar a decenas de miles de miembros de su nueva Guardia Nacional, una fuerza que comenzó a trabajar oficialmente en julio del 2019 y que aún no opera a plena capacidad.

La estrategia de AMLO también incluye educación y subsidios para los jóvenes. Pero la frase que ha usado a veces para resumir su filosofía, “abrazos, no balazos”, ha sido criticada por muchos analistas de seguridad como ingenua e irreal.


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