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Barranquilla tiene la máxima calificación AAA contexto nacional y BBB contexto internacional con perspectiva estable, según la agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings.

La firma Fitch Ratings Colombia presentó en Barranquilla las perspectivas económicas por parte de la calificadora para la región Caribe, en un espacio propicio para tocar  temas referentes a la emisión de bonos, la deuda en las finanzas públicas y la perspectiva de las finanzas del Distrito de Barranquilla.

El director senior de las Finanzas Públicas Territoriales de la calificadora, Carlos Vicente Ramírez, resaltó la calidad de los informes presentados por la Secretaría Distrital de Hacienda en las dos últimas rendiciones de cuentas al sector financiero, destacando el tercer lugar en el índice de desempeño fiscal y primera ciudad con mayor inversión per cápita por tercer año consecutivo, resultados que se ven reflejados en el buen manejo de las finanzas públicas en estos últimos 10 años, en gran medida por la disciplina, las bondades del marco regulatorio colombiano y la determinación y dedicación de la gestión pública de las administraciones centrales.

Estas acciones se ven reflejadas en las medidas aplicadas en el recaudo de los ingresos, el control del gasto, la determinación sobre la situación de embargos y la deuda de lo público, situaciones que se han venido correlacionando con el perfil del riesgo crediticio de la ciudad.

“Esa determinación en la gestión pública en estos últimos años ha incidido en la mejora de los resultados y en la percepción de riesgo de las finanzas distritales, y se debe al incremento del recaudo, el control de los gastos, la generación de recursos y delimitación de los riesgos”, expresó el representate de Fitch Rating, quien además destacó que la entrega de buenos resultados por parte de la administración distrital generó credibilidad y respaldo por parte de la ciudadanía hacia el manejo de las finanzas públicas, aspectos que hoy le general reconocimiento al Distrito.

“Yo lo sigo diciendo y lo decimos en la calificadora, Barranquilla debería ser la capital de la cuenca del Caribe. Esperamos que muy pronto la capital del Atlántico tenga el conocimiento para ser el centro de inversiones de la cuenca del Caribe, de todo el Caribe, Centroamérica, las islas y la parte norte de nuestro continente”, dijo.

Endeudamiento

Ramírez resaltó que el estar endeudado no necesariamente es un aspecto negativo, los proyectos de largo plazo, como por ejemplo la canalización de los arroyos, podrían ser financiados con deuda de largo plazo. La vida útil de un proyecto de esta magnitud tiene que estar compaginado con el largo plazo de los créditos, generando un mejor perfil de servicio de la deuda que permita el disfrute de los ciudadanos, y que esto es lo que está viviendo Barranquilla hoy por hoy.

“La confianza del contribuyente en las instituciones y los mecanismos de financiamiento de estos proyectos puntuales han incidido en que su realización pueda ser financiada por medio de la deuda a largo plazo”, sostuvo.

Este precisamente es uno de los elementos que la comunidad financiera ha venido cambiando paulatinamente. Después de la crisis de los años 90 no existía crédito para nadie del sector público y posteriormente se empezaron a dar unos créditos tímidos de 3 a 5 años, pero hoy ya podemos encontrar créditos bancarios que superan los 12 años con algunos periodos de gracia.

En cuanto al endeudamiento nacional, se menciona que los municipios del país no están endeudados y solamente se tiene una deuda alrededor del 1.5 de PIB, porcentaje inferior a todos los países latinoamericanos y europeos.

Actualmente la calificadora mantuvo los grados de calificación nacional (AAA) e internacional (BBB) al Distrito de Barranquilla, constatando la fortaleza de las finanzas distritales, lo que le ha permitido contar con la confianza del sector financiero nacional que cada vez le apuesta más al desarrollo de la ciudad y acompaña los ambiciosos planes de inversión de la actual administración.

Este conjunto de resultados le garantiza a la ciudad la capacidad de atraer recursos para respaldar nuevos programas de inversión y despertar el interés de inversionistas nacionales e internacionales para traer sus flujos de inversión a una región que les ofrece mayor volumen y calidad en la infraestructura, servicios públicos y un adecuado y seguro clima fiscal y financiero.