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Los felices propietarios llegaron por la nueva vía que tiene 8.8 kilómetros y está considerada una de las mejores de Norte de Santander.

Luego de varios días de lluvias intensas, la alegría de recibir las llaves de las casas en el nuevo Gramalote hizo que el sol volviera a salir hoy en este municipio nortesantandereano, después de la tragedia del 17 de diciembre de 2010 cuando la tierra todo lo devoró.

‘Esto es un sueño hecho realidad y nadie nos puede quitar esta alegría, porque solo nosotros los que lo vivimos sabemos lo que significa esto’, dice Yajaira Veloza, una gramalotera que cuando ocurrió la tragedia tenía 19 años y ahora llega con su hija Silvana de tres años.

En medio de lágrimas de alegría y al lado de sus padres Vicente y María, recorrieron su casa nueva de dos pisos y 75 metros cuadrados construidos y 27 metros más para ampliarla, sí así lo desean, y supervisaron cada rincón, recibieron los planos, un manual y escucharon la lectura del acta de entrega en la que especifican las características de la vivienda.

‘Gracias a Dios primeramente y al Presidente Juan Manuel Santos que dijo que nos iba a hacer un nuevo Gramalote mejor que el anterior y cumplió. Estoy muy feliz y solo tengo palabras de agradecimiento por esta maravilla’, dijo María, la gramalotera que recibió la escritura número uno del nuevo casco urbano y quien está noche ya dormirá en su casa nueva.

A unas tres casas apareció uno de sus vecinos. ‘Estamos que nos pasamos’, dijo Antonio Ochoa, quien al lado de su hija Martha y en medio de risas expresó la alegría que significa recibir su casa.

Ellos confirman lo que el Gobierno Nacional a través del Fondo Adaptación ha dicho: están dadas todas las condiciones para el trasteo en Gramalote.

De hecho, en la charla previa a la entrega que hace María Lepesqueur, asesora de participación comunitaria del Fondo, se les explica a los nuevos propietarios que serán unos privilegiados en tener una PTAD y una PTAR, es decir una planta de tratamiento para agua potable y otra para aguas residuales.

Además, el tema de seguridad ya se trabaja con la policía y se estudian varias posibilidades como tener un CAI móvil o una estación provisional mientras se construye la definitiva.

Y la educación y la salud también están garantizadas pues el Fondo Adaptación ha asegurado el transporte de los estudiantes hasta el colegio y de quienes tengan alguna urgencia médica para trasladarlos hasta la actual IPS.

Toda una fiesta

Este sábado es el ‘Día D’ de los gramaloteros que comenzaron el trasteo al nuevo municipio para reanudar su vida.

La caravana salió a las 6:30 de la mañana de la plaza de banderas de Cúcuta y entró por la nueva vía de Gramalote, una de las mejores del departamento, de 8,8 kilómetros.

‘Es mucho más ancha, evita pasar por la zona de alto riesgo y tiene 4 puentes, lo que ahorra más de 30 minutos con respecto a la vía antigua’, explica Roberto Zapata, coordinador del proyecto Gramalote del Fondo Adaptación.

A las 10:30 de la mañana monseñor Víctor Manuel Ochoa celebró una misa acompañado por el párroco de Gramalote, Nelson García.

Posteriormente se efectuó la ceremonia de bendición de las casas, se tomaron las fotos oficiales de rigor, y en compañía del gerente del Fondo Adaptación, Iván Mustafá Durán, fueron bajados los ‘corotos’ para acomodarlos en las casas, y comenzar la nueva vida.

De ahí en adelante, en medio de comparsas y música comenzó la fiesta que como ellos mismos han dicho irá para largo.