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Antes que Barranquilla se planteara el reto de convertirse en una biodiverciudad solo contaba con 286 espacios entre parques, plazoletas, bulevares y zonas verdes, que representaban un área total de 1.250.000 m2, de los cuales un 60% eran zonas duras, haciéndola una de las ciudades con menor espacio verde por habitante en el país y con una alta vulnerabilidad ante el cambio climático.

Desde que nació la estrategia ‘Siembra Barranquilla’, un componente importante en la transformación de estos espacios urbanos es el vivero distrital ‘Río Dulce’, que en 54 hectáreas cuenta con un inventario en proceso de 80.000 árboles con capacidad de cosecha de 320 árboles diarios y un reservorio de aguas de 260.000 m3 de infraestructura de pozos profundos y riego automatizado por microaspersión, zonas de cargue, canales de drenaje y vías de fácil acceso.

“En estas 54 hectáreas es el lugar donde se construye la biodiverciudad de Colombia. Desde aquí salen los árboles que adornan nuestras calles, que mejoran nuestra calidad de vida, que bajan la temperatura de nuestra ciudad y que nos está volviendo a dar orgullo de nuestro espacio público”, expresó el alcalde Jaime Pumarejo, en recorrido de inspección al lugar, en Los Pendales, Luruaco.

En este espacio verde, los árboles que alcanzan una altura estimada entre 2.5 y 3 metros son alistados para ser trasplantados en las áreas destinadas para la arborización en distintos puntos de Barranquilla.

“Desde el proceso de las semillas pasan al previvero y luego a las 54 hectáreas de nuestro vivero distrital, donde crecen los sueños de una mejor ciudad. Desde ‘Siembra Barranquilla’, que es la estrategia para poblar y mantener un arbolado urbano en nuestra ciudad, se teje uno de los ejes fundamentales de nuestra estrategia que es volver a Barranquilla más sostenible, verde y que le diga al mundo que vale la pena vivir e invertir aquí, y así generamos empleo, turismo y una calidad de vida sostenible”, sostuvo el alcalde.

En total se encuentran 21 especies, entre ellas roble morado, acacia, olivo verde, uva playa, almendro, algarrobo blanco, bonga y alistonia.

“Cada especie tiene un proceso diferente en el vivero. Antes de diseñarlo se realizó un manual de silvicultura urbana, con especialistas y el ente ambiental, sobre los árboles que se adaptan a nuestro suelo y así el crecimiento no genera un efecto adverso. Nuestros héroes ambientales realizan mantenimiento diario con actividades como riego, fertilización, poda, plateo, limpieza general, control de plagas y enfermedades. Luego, cuando los árboles están en óptimas condiciones, son trasladados a los bulevares, rotondas, avenidas, parques y otros lugares de la ciudad”, comentó la gerente de ‘Siembra Barranquilla’, Katia Navarro.

Con el pasar de los años, el vivero también se ha convertido en un espacio para generar empleo. En todas las actividades hay 41 personas, entre operadores, ingenieros agrónomos e ingenieros agrícolas, y supervisores.

“Nuestra misión es convertir a Barranquilla en una biodiverciudad. Además de eso, queremos seguir generando empleo y aprovechar los conocimientos de nuestra gente, para así, en conjunto, trabajar por una gran ciudad. Las personas que se encuentran en este lugar viven en el municipio de Luruaco y los corregimientos que se encuentran alrededor de ella”, puntualizó Navarro.

Gracias a este vivero, Barranquilla está mejorando su estructura arbórea y ha reducido la contaminación ambiental. El logro más significativo hasta el momento es ser la única ciudad colombiana que ha sido destacada por la FAO y la Fundación Arbor Day entre las 59 ciudades más arboladas del planeta, reconocimiento hecho a través del programa “Tree cities of the world (Ciudades arboladas del mundo).

Barranquilla hoy sigue recuperando zonas verdes y actualmente cuenta con 4 bosques urbanos. En los últimos años se han sembrado 108.088 árboles y 335.924 m2 de paisajismo.