“En el 2050 podría desaparecer el último glaciar de Colombia”: Ideam
Jul 15 2018 12:17 pm 0
El panorama actual para los seis glaciares de Colombia es desalentador. Así lo advirtió esta semana el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) cuando presentó el informe más actualizado que hay sobre el estado de estos ecosistemas de alta montaña.
En el año 1850, aproximadamente, el país contaba con un área de 349 kilómetros cuadrados (Km²) de área glaciar. Hoy tan solo quedan 37 Km², representados en dos sierras nevadas (El Cocuy ó Güicán y Santa Marta) y cuatro volcanes nevados (Ruiz, Santa Isabel, Tolima y Huila).
Aunque el proceso de reducción glaciar está ocurriendo a escala global, los quizás últimos nevados colombianos continúan con una tendencia al derretimiento acelerado como respuesta a la sensibilidad que tienen frente a las actuales condiciones climáticas, las diferencias en la altitud, su topografía o por estar ubicados en zonas volcánicas activas.
¿Cómo se hace el monitoreo de los glaciares en Colombia?
El Ideam vigila los glaciares nacionales desde 1994, siguiendo métodos mundiales con mediciones periódicas in situ, como ocurre en la Sierra Nevada de El Cocuy y el Volcán Nevado Santa Isabel, y por medio de imágenes satelitales de alta resolución espacial para el resto.
Colombia hace parte de la Red Mundial de Observación de Glaciares, de la que hacen parte más de 9.500 glaciares, de los cuales 166 tienen medidas de ‘balance de masa’ (datos sobre pérdidas o ganancias de masa de hielo y nieve) que hoy en día nos permiten asegurar que la tendencia mundial es negativa, con una reducción de 20 metros de masa glaciar desde 1980. Esto significa que lo que está pasando no es un escenario que debe ser visto a escala local únicamente.
¿Cuáles son las causas del retroceso acelerado en el volcán Santa Isabel?
En enero del 2016 su área era de 1,01 Km² pero para febrero del 2018 ya era de 0,63 Km², es decir que tuvo una reducción del 37 por ciento en tan solo dos años. El espesor de hielo del glaciar disminuyó 11 metros.
Las causas de esa crisis son cuatro: el impacto del último fenómeno climático de El Niño en 2015-2016, junto a la baja nubosidad y alta radicación solar que aceleró el derretimiento del glaciar; luego, esa condición de calentamiento trajo consigo que no hubiera aporte de nieve suficiente, lo que básicamente es la vida del glaciar, el alma.
La tercera razón son los depósitos de ceniza volcánica en el interior del hielo que terminan actuando como un material abrasivo que acelera la fusión de este ecosistema. Y, por último, Santa Isabel es un glaciar bajo, ubicado por debajo de los 5.000 m. s. n. m., lo que lo hace más vulnerable a las condiciones de calentamiento.
¿Cuál está en ‘mejores’ condiciones?
La Sierra Nevada El Cocuy es la masa glaciar más extensa del territorio con 13,3 Km² y ha reducido su área 4,8 por ciento (0,68 Km²) entre junio 2016 y diciembre de 2017. Aquí hubo una noticia relativamente positiva porque el retroceso fue menor en comparación con los demás glaciares y tuvo una mayor acumulación de nieve, lo que permitió que se recuperara.
Ayudó la participación activa que han tenido las comunidades indígenas y la autoridad de Parques Nacionales Naturales para controlar el ingreso de los turistas a la zona. Con una gobernanza clara y respetuosa a estos ecosistemas es más fácil lograr su conservación. Sin embargo, sus glaciares también están fragmentados y expuestos, en su mayoría hacia el cañón del Chicamocha de tendencia seca, lo que disminuye la provisión de humedad.
¿Cuál es el panorama a futuro? ¿Cuánto tiempo tenemos para disfrutarlos?
La condición actual que estamos evidenciando es el primer termómetro del cambio climático y las consecuencias producto del calentamiento del planeta. De persistir las condiciones actuales climáticas globales y una variabilidad climática acentuada, como la ocurrencia de eventos como El Niño, es probable que la extinción de los nevados se dé pronto.
Santa Isabel, por ejemplo, podría desaparecer en 10 años aproximadamente; los más pequeños ubicados sobre la cordillera central, como el Nevado del Tolima, en el año 2030; la Sierra de Santa Marta, en el 2040; y El Cocuy, calculan los expertos, será el último testigo que le quedará a Colombia y podría desaparecer hacia el año 2050.
El Tiempo