Estos son los protocolos para que las iglesias puedan reabrir

Jul 8 2020 11:15 am 0
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El sector religioso, uno de los que más expectativa ha generado dentro de la apertura gradual, ya tiene protocolo de bioseguridad para el covid-19, emitido por el Ministerio de Salud mediante la Resolución 1120, la cual contiene medidas que garantizan que todos los asistentes estén sentados, con distanciamiento físico de dos metros, sillas ubicadas en zigzag y que se les tome la temperatura a los feligreses al ingreso, entre otras estrategias.

Respecto al aforo, se debe ajustar en la garantía del distanciamiento físico cada dos metros entre personas sentadas. Para este propósito, se llevará a cabo un plan piloto durante 15 días con un aforo máximo de 50 personas, siempre y cuando se cumplan los dos metros de distanciamiento.

“Culminado dicho piloto, se realizará otro, también con duración de 15 días, en donde se permitirá aforo al 35 por ciento, con la distancia social de dos metros entre personas sentadas y cumpliendo todas la medidas dispuestas”, explicó Claudia Cuellar, Directora (e) de Promoción y Prevención.

El Ministerio de Salud y Protección Social hará el seguimiento y evaluación de estos planes en municipios no covid-19 o con baja afectación.

En los recintos religiosos 

Los responsables del lugar de culto deben informar previamente sobre los horarios y formas de participar en los servicios religiosos y actos litúrgicos. Se invitará a ir directamente de la casa a la celebración y, al terminar, la población debe regresar inmediatamente a su hogar

En ese sentido, todo el personal que apoye la celebración debe estar capacitado en las medidas generales de bioseguridad y sobre la identificación de signos y síntomas del covid-19.

Para esto se invita a tomar la temperatura al ingreso, prohibir la entrada a personas con fiebre, desinfectar todas las instalaciones, garantizar el distanciamiento de dos metros antes de ingresar al recinto y no permitir el ingreso de niños, niñas y adolescentes.

Adicionalmente, las personas al ingreso se deben desinfectar las manos con alcohol glicerinado, como también las suelas de los zapatos de los feligreses. Todos los asistentes deben usar tapabocas con correcta postura y el personal de apoyo además debe usar protección ocular.

“Uno de los puntos más importantes es que al momento de sentarse, se debe realizar una disposición de las instalaciones del lugar de culto que garantice el distanciamiento físico de dos metros de distancia lateral, un metro hacia adelante y un metro hacia atrás de distancia, entre persona y persona. No se permiten personas de pie, diferentes al personal de apoyo”, indicó Cuellar.

También, dentro del protocolo, se invita a garantizar la aireación natural o ventilación  de los lugares de culto, manteniendo puertas y ventanas abiertas y, por ninguna razón, se debe compartir papelería o documentos de mano a mano.

Finalmente, en la salida y fin del acto religioso, la logística debe garantizar que no se rompa el distanciamiento físico de dos metros entre personas, que no se lleve a cabo ninguna actividad que implique manipulación de alimentos y garantizar el uso de baños públicos dentro de las instalaciones del culto, asegurando agua, jabón y toallas desechables.

Responsabilidades de los feligreses 

Además de lo indicado, los asistentes de los cultos deben respetar y hacer respetar el distanciamiento físico, realizar la higienización de manos, utilizar permanentemente el tapabocas, permanecer en el mismo lugar durante el desarrollo de la misa o culto, no llevar cirios, velas o velones, y evitar portar carteras u objetos no necesarios para la celebración.

“Un aspecto importante es no saludar de manos, besos ni abrazos, y si presenta comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, VIH, obesidad, desnutrición o es mayor de 60 años, debe abstenerse de ir”, indicó la Directora (e) de Promoción y Prevención, y agregó que personas con síntomas de gripa por ninguna razón deben asistir al culto.

Otras recomendaciones 

El protocolo recomienda efectuar una inscripción previa para las asistencias a la congregación, ya sea por teléfono o correo electrónico, para evitar conglomeraciones, como también llevar registro de las personas que ingresan, y realizar las celebraciones litúrgicas de máximo una hora.


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