Jorge Vélez habría desmembrado a su tía para no pagarle una plata que le debía

Jun 9 2019 08:10 am 0
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Aracelis del Socorro Amador de García. Este era la identidad de la mujer de 70 años y oriunda de San Juan Nepomuceno, Bolívar, que fue hallada desmembrada la noche del viernes anterior en el apartamento 304 del edificio Lisboa, en el barrio Riomar, norte de Barranquilla.

La identidad completa de la mujer trascendió horas después de que resultara detenido su sobrino Jorge Eliécer Vélez Amador, de 49 años, como el principal sospechoso de su muerte.

El coronel Engelbert Grijalba, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en declaraciones a los medios de comunicación, señaló que este sujeto fue capturado en el mismo edificio la noche del viernes, luego de que retornara al lugar, situado en la calle 94 No. 56-18, en una camioneta Toyota Prado de color blanca, aparentemente de su propiedad.

Testigos que estaban en el edificio manifestaron a las autoridades que el hombre había salido momentos antes con dos bolsas de supermercado reutilizables color verde, una en cada mano. Con el paso de las horas se supo luego que en esas bolsas iban las extremidades de la mujer. Además, investigadores detectaron en un vehículo rastros de sangre y elementos que lo ligaban evidentemente al crimen de su tía.

Testimonios de los vecinos

El jefe policial manifestó que los testimonios de los vecinos fueron claves para desenmarañar el caso, uno de los más macabros ocurridos este año en territorio atlanticense.

“La comunidad alertó sobre unas conductas anormales en este hombre, por lo que lo vinculó de inmediato a la investigación y se puso a disposición de la Fiscalía”, expresó Grijalba.

La mujer, supuestamente, habría sido asesinada el viernes entre las 10:00 a. m. y las 4:00 de la tarde, y luego de eso Vélez Amador se dedicó a desprender las extremidades del cadáver con un elemento cortante que, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía, se trataría de tres seguetas y un martillo o mazo de hule.

Vecinos del edificio manifestaron a este medio que el asesino habría aprovechado “la hora del aguacero” para asesinar a golpes a Aracelis, mientras esta almorzaba en el comedor de su residencia.

En una alfombra, el individuo puso luego el cuerpo de la mujer y con la segueta con marco y el martillo de caucho empezó la horrorosa tarea de desprender las extremidades.

Por la tarde, según testigos, a Vélez Amador se le vio ansioso subir y bajar del edificio y en un aparente error dejó la puerta del apartamento ajustada con un taco de papel. En ese instante este se habría marchado para trasladar a otro lugar en su vehículo Toyota Prado Sumo las piernas y brazos de su tía.

El momento fue aprovechado por los vecinos y el vigilante del lugar, quienes se toparon en el 304 con la macabra escena en la que se encontraba sin vida la prestamista de dinero y comerciante de ganado Aracelis Amador.

Vélez Amador fue capturado a eso de las 11:30 de la noche mientras permanecía en el edificio desde las 7:30 p. m., al parecer cuando iba por el resto del cuerpo.

Los vecinos del edificio Lisboa no concebían ayer la idea del triste final que tuvo la señora “servicial” y “amable” a la que conocían desde hacía cinco años cuando se mudó a ese inmueble.

Tres de los más cercanos con Aracelis, que no quisieron revelar su identidad, dijeron que ella comercializaba ganado a través de su sobrino Jorge Eliécer Vélez Amador.

“Él venía los martes y los viernes, nos contaron los porteros. Era la adoración de la señora Aracelis, ella no merecía que él le hiciera eso”, declararon en entrevista para EL HERALDO.

Una vecina dijo que el homicidio fue a eso del mediodía, en pleno aguacero. “Escuché una especie de forcejeo de sillas, pero nada más”.

Los vecinos agregaron que pudieron contactar a un familiar de la mujer que resultó ser la esposa de Jorge Eliécer Vélez, gracias a que Aracelis había dejado copia de un documento de conciliación que tramitaba con el ocupante del inmueble de arriba del suyo por un problema de humedad.

“Marcamos y resultó ser la esposa del sobrino, entonces le dije: el sobrino acaba de asesinar a la tía y entonces llamamos a la Policía, que vino enseguida”.

Piernas y brazos, en tienda

Al macabro caso le hacía falta algo: las piernas y brazos de la mujer a dónde habían ido a parar. Resulta que el propio Jorge Vélez Amador, previo a su detención, según información de las autoridades, fue quien por presión de la situación se derrumbó emocionalmente y dijo que había dejado las extremidades en una tienda ubicada en la calle 56 con carrera 42, en el barrio El Recreo.

De esa manera, miembros de la Sijín llegaron hasta el negocio y encontraron en un enfriador las mismas bolsas que Vélez había sacado del apartamento de su tía. Según las autoridades, el hoy capturado le habría pedido el favor a la dueña de la tienda que le guardara “las bolsas con carne que había comprado”.

La autoridad también comunicó que Vélez Amador fijaba residencia en la calle 57 con carrera 41 del mismo barrio.

Incluso, en la mañana de ayer fueron hallados abandonados en una caneca de basura del sector una ropa de mujer ensangrentada, bolsas plásticas y unos guantes industriales que podría haber usado el asesino.

Antecedentes

La Policía Metropolitana de Barranquilla informó a través de un comunicado que tras la captura del individuo en el edificio Lisboa del barrio Riomar, en donde ocurrió el hecho de sangre, se detectó en la base de datos de la institución armada que este ya había sido procesado años atrás por dos hechos criminales.

“Al ser enterados de los sucedido, de inmediato nos colocamos a la búsqueda del presunto homicida dando como resultado dos anotaciones en el SPOA (Sistema Penal Oral y Acusatorio): una por el delito de concierto para delinquir de fecha 06/04/2004 y una por constreñimiento ilegal de fecha 01/09/13”, precisó la autoridad.

El hecho de 2004 estaría relacionado con un asesinato ocurrido en el barrio Boston, en donde la víctima resultó ser un hombre. Por ese homicidio, Vélez Amador habría pagado unos nueve años de prisión y hacia 2013 quedó en libertad.

Así mismo trascendió que este tendría una condena por porte ilegal de armas del año 99, proferida por un juez de Medellín.

Los motivos

Todo apunta a que el dinero fue el motivo por el cual el hombre acabó con la vida de su tía. De acuerdo con información de las autoridades, este debía rendirle cuentas a la mujer el viernes anterior, pero al no tener todo en orden decidió matar a Aracelis.

“Estaríamos hablando de una suma fuerte de dinero, pero no sabemos hasta el momento el monto”, dijo un investigador del caso.

Por su parte, el coronel Grijalba indicó que se investigaba si había más personas envueltas en este aberrante hecho.

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