El jefe de personal de la Casa Blanca, Rob Porter, visto con frecuencia junto al presidente Donald Trump, renunció a su cargo luego de que dos exesposas lo acusaron públicamente de abuso doméstico.
“El presidente y el secretario general (John Kelly) tienen plena confianza en su capacidad y su actuación”, dijo este miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien explicó que Porter permanecerá en la Casa Blanca para asegurar una transición ordenada.
Durante su encuentro con la prensa, Sanders leyó a los periodistas un comunicado del funcionario: “Estas alegaciones escandalosas son simplemente falsas. Yo tomé las fotos entregadas a la prensa hace 15 años y la realidad en torno a ellas en ningún caso está cerca de lo que se describió”.
La renuncia fue presentada luego de que se publicaran artículos en el ‘Daily Mail’ y ‘The Intercept’ con testimonios de las dos exesposas de Porter, Colbie Holderness y Jennifer Willoughby, denunciando abusos físicos y psicológicos.
Dos fotos muestran a Holderness con un moretón en un ojo, resultado de un puñetazo de Rob Porter, según ella.
Porter estuvo particularmente implicado en la preparación del discurso de Trump en el Foro Económico Mundial realizado recientemente en Davos, Suiza. Kelly dijo en un comunicado que estaba “impactado” por las alegaciones y que “hoy hay lugar para la violencia doméstica en nuestra sociedad”. “Acepté su renuncia más temprano en la jornada, y aseguraré una transición rápida y ordenada”, agregó.