Día del niño: Tres claves para que las niñas y los niños crezcan sanos y felices

Abr 28 2018 08:21 am 0
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El estilo de vida moderno ha hecho que cada vez más niños estén padeciendo de enfermedades que se creían exclusivas de la edad adulta como la diabetes, la  hipertensión y el sobrepeso. Para evitarlas y garantizarle a los pequeños una niñez saludable, la clave está en prestar atención a estos tres aspectosuna alimentación saludable, actividad física moderada y un manejo adecuado de las emociones. Para conmemorar el Día del Niño, especialistas de la Fundación Cardioinfantil dan algunos consejos útiles para que madres y padressepan cómo, de manera práctica y sencilla, llevar adelante una crianza saludable para sus hijos.

 

Cada año se conmemora el Día del Niño, una ocasión para recordar el valor de la niñez y la importancia de cuidar de los más pequeños. Especialistas de la Fundación Cardioinfantil, institución que trabaja en pro de la salud de la población pediátrica, explican cuál es la mejor manera de cuidarlos para que no padezcan de condiciones que hoy son causa de mortalidad en adultos como la obesidad, la hipertensión, el tabaquismo y el sedentarismo y cómo velar por su sano crecimiento.

No hay que esperar a que el niño presente algún incidente para empezar a generar en él conciencia acerca de la importancia de llevar una vida saludable. Por esta razón, es importante que los padres, aunque no son los únicos responsables de educar a los pequeños en este tema, tengan un mayor conocimiento sobre cómo llevar adelante una crianza saludable para sus hijos. Este cuidado debe darse desde el momento del embarazo, etapa en la cual las madres necesitan prestar especial atención a sus hábitos de alimentación y actividad física, pues las decisiones que tomen en esta materia repercutirán directamente en el bebé que están gestando. “Desde el momento de la concepción y durante los primeros dos años de vida, el cerebro humano crece el 85% su tamaño adulto y se desarrollan otra serie de capacidades”, explica Jaime Céspedes, director del Hospital Pediátrico de la Cardioinfantil. Según el experto, en estos dos primeros años se gestan cambios importantes que dependen de los hábitos de crianza, entre ellos, la alimentación, los cuales influyen en el metabolismo de las personas durante el resto de su vida: “lo que se haga en esa etapa de los mil días de oro repercute en toda la vida de ese ser humano que se está formando”, dice.

Céspedes afirma que cuando se habla de enseñar a los niños y niñas estilos de vida saludable se deben tener en cuenta tres aspectos: una alimentación saludable, actividad física modera y un manejo óptimo de las emociones. Estas son las claves para que los niños crezcan sanos y felices.

1.       Alimentación: todos los grupos, todos los colores y a la medida de su mano

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado al sobrepeso y la obesidad infantil como uno de los problemas de salud pública más graves de este siglo. Se calcula que más de 41 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo tienen alguna de estas condiciones que son en gran medida prevenibles implementado hábitos saludables, principalmente la alimentación.

Martha Leal, pediatra de la FCI y magíster en nutrición, explica que una nutrición saludable debe ser completa, equilibrada, suficiente y adecuada. Se recomienda incluir en la dieta de los niños: cereales, raíces y tubérculos, verduras, las frutas, carnes, huevos, los lácteos, las grasas y los azúcares. “Es importante que los niños reciban alimentos ricos en proteína para garantizar su crecimiento. Necesitan también carbohidratos e incluso grasas para que tengan la energía para crecer; la combinación y equilibrio entre proteínas, carbohidratos y lípidos es lo que va a ayudar a que el niño crezca saludable”, explica Leal.

La experta aclara que cuando los niños empiezan a comer alimentos diferentes a la leche materna entre los cuatro y seis meses, “tienen habilidades neurológicas diferentes, un mejor habla y más independencia”. La manera como se debe hacer es “exponiendo a los niños a los alimentos de una forma gradual pero garantizando texturas: que empiecen comiendo compotas hasta que cumplan los 18 meses y ya puedan rasgar, masticar y comer los diferentes alimentos”, afirma Leal. Luego de estos meses, el niño está listo para introducirse en las cenas familiares, donde se debe tener la garantía de que las costumbres de familia respondan a los hábitos saludables que se recomiendan.

En cuanto a la preparación, Leal indica que lo mejor es hacer una dieta muy natural, con comida hecha en casa y con la menor exposición a químicos posibles. Por su parte, la frecuencia debería ser de cinco tiempos, durante el día, siendo el desayuno la comida más importante; las porciones deben ser proporcionales al tamaño de la mano del pequeño. Una forma fácil de lograr esto es dividir el plato en cuatro cuadrantes: proteína, harinas, fruta, verdura y el agua. “Algo importante que no se debe olvidar es el amor con el que se le da la comida al niño.  El cariño con el que se alimenta a un pequeño y la forma como se le enseña a los hijos a comer también es una parte fundamental para garantizar el crecimiento”, concluye Leal.

2.       Menos tiempo frente a la pantalla, más juegos en el parque:

 

Para los niños de hoy, el parque ya no es su lugar favorito. Ellos prefieren jugar frente a la pantalla de un computador, de un televisor o de un celular. Este cambio de hábitos incentiva el sedentarismo e influye directamente en el estado de su salud. El reto de los padres es inculcar en los pequeños la importancia del movimiento y la actividad física.  La OMS recomienda que los niños deben hacer ejercicio moderado alrededor de 60 minutos diarios o 300 minutos a la semana.

Lograr este tiempo en los niños es sencillo, solo se requiere de creatividad. Saltar a la cuerda, jugar en el parque, correr, montar bicicleta o bailar son actividades con las que los pequeños se divierten y a la vez mantienen su salud. “Es importante tener en cuenta que a los niños no se les puede exigir que se mantengan activos con características de ejercicio, sino en forma de juego y actividad lúdica”, explica Camilo Povea, jefe de la Unidad de Prevención Cardiovascular y Medicina del Deporte de la Fundación Cardioinfantil.

Después de los seis años, a los niños se les puede proponer actividades encaminadas en programas de formación deportiva. Esto fortalecerá su autoestima, habilidades sociales y cualidades como la tolerancia, el compañerismo y el trabajo en equipo. “No solo se trata de pedirles que sean más activos, sino de reducir el tiempo de reposo. De ese modo, por cada 90 minutos de sedentarismo, lo ideal es hacer con los pequeños 30 minutos de actividad física”, explica Povea.

3.       Al día con el médico y una crianza con amor:

En la etapa infantil, las visitas al médico son primordiales para asegurar un control apropiado del crecimiento y desarrollo del niño o niña, incluyendo un esquema completo de vacunación. Céspedes explica que durante los dos primeros años de vida son más usuales las consultas“porque se vigila el crecimiento -la adquisición de centímetros y gramos de peso-, y el desarrollo -la verificación de que cada uno de los órganos que conforman el cuerpo humano se está dando de forma adecuada-”, dice. Por su parte, algunas señales que pueden indicar que es necesario un acompañamiento médico más intenso son “que el niño tenga estancado su crecimiento: peso y talla. Que permanentemente tenga una mirada triste y que se niegue a comer o jugar. Esas son señales de alarma e indican que algún problema está pasando”, explica Céspedes.

Finalmente, para garantizar una buena crianza es necesario que los niños crezcan en un ambiente positivo, lleno de amor. “Manejar las emociones de manera asertiva y tener una sana expresión de ellas va a ayudar a que, en la medida que el niño pueda crear vínculos y sea capaz de generar canales de desfogue apropiados, se convierta en un ser humano que probablemente va a poder relacionarse con otros de mejor forma y que va a ser una persona que seguramente no va a necesitar de factores externos como el alcohol, el cigarrillo o las drogas;  así mismo, cuando sea adulto, si ha mantenido una alimentación saludable, práctica actividad física moderada y evita el tabaquismo, va a disminuir el riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, entre otras”, concluye Céspedes.

Acerca de la Fundación Cardioinfantil – Instituto de Cardiología

 

La FCI es una institución privada sin ánimo de lucro, fundada en el año 1973 por los hermanos Reinaldo y Camilo Cabrera Polanía. Fue catalogada como el primer hospital de Bogotá y el sexto mejor de Latinoamérica, según el ranking 2017de la revista América Economía. Es una de las pocas instituciones colombianas acreditadas internacionalmente por la Joint Commission International y en el año 2015 recibió el reconocimiento como Hospital Universitario por parte de la Comisión Interestatal para el Talento Humano en Salud, mediante el Acuerdo 00240 con una vigencia de 7 años. En temas de investigación ha evolucionado en los últimos años, recibiendo por parte del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación – Colciencias el reconocimiento como Centro de Investigaciones que cumple con los parámetros de un instituto de alto nivel.


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