‘El Lobo Feroz’ sigue preso en Venezuela y no está pedido en extradición a Colombia

Ene 24 2018 12:17 am 0
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En un país que nunca deja de discutir la cadena perpetua -y hasta la castración química- para violadores de menores de edad, a pesar de lo inútiles que han resultado esas medidas históricamente para disminuir este delito, una nueva historia de horror se abre paso en las páginas de los medios de comunicación: la de Juan Carlos Sánchez, el hombre que, según indagaciones de la Dirección de Investigación Judicial de la Policía (Dijín), habría abusado sexualmente de más de 500 niños a lo largo de sus 37 años de vida. Su alias: Lobo Feroz.

“Mi hermano estaba en los videojuegos, estaba jugando, y él se me acerca al lado mío, yo no sabía quién era. Por los lados de la casa de él me llevó, primero me llevó a comer, que pa’ que no me pasara nada. Él me dijo: ‘Quiero hacer algo contigo’. Pero, ¿algo de qué? Pa’l sexo. Yo no sabía nada de sexo, nada de eso. Me violó, me tomó fotos”, le contó a Noticias Caracol una de sus cientos de víctimas, un hombre de 21 años que fue abusado por Sánchez cuando tenía 12.

El caso, dado a conocer por la revista Semana, cabe en un adjetivo: escabroso. Sánchez está detenido en Caracas desde el pasado 1° de diciembre, cuando fue capturado mientras rondaba un parque público infantil. Las autoridades venezolanas ya habían sido alertadas por la Dijín de que en su país estaba Sánchez, pues detectaron que a comienzos de 2017 había escapado a Maracaibo. Pasaron meses antes de dar con su paradero, pero finalmente ocurrió.

El director de la Dijín, general Jorge Vargas, señaló que esa institución está “en procesos de ley para que con Fiscalía y Cancillería se solicite extradición al gobierno venezolano”. Pero, aunque Sánchez lleva detenido casi dos meses, esa solicitud aún no está radicada. Fuentes del Ministerio de Justicia le confirmaron a este diario: “Al Ministerio no ha llegado ninguna información sobre ese caso, debemos esperar que llegue la solicitud formal de la autoridad judicial que la haya hecho, y luego se remite a Cancillería para el trámite respectivo”.

Sánchez fue buscado por la Dijín durante años. Para 2008, cuando fue capturado y recluido en una cárcel de Barranquilla entre enero y noviembre de ese año, ya acumulaba más de 50 denuncias por violencia sexual presentadas por familiares de menores que vivían en Barranquilla o en municipios aledaños. Pero, al parecer, Sánchez fue puesto en libertad por vencimiento de términos. De ser así, la Fiscalía habría hecho la tarea mal en ese momento. Es probable que la actuación de la jueza que lo dejó libre también se revise.

En la Dijín no entienden bien cómo fue que Sánchez recuperó su libertad a pesar de las contundentes evidencias en su contra. “Es un tema que tenemos que verificar. Con las autoridades judiciales trabajamos de la mano siempre, hay un trabajo coordinado, hay siempre una coordinación con todos los niveles del sistema de seguridad y justicia. No puedo más que felicitarlos siempre y agradecerles por todo su trabajo. Este es un caso individual que hay que verificar”, le dijo a El Heraldo el general Vargas.

Sánchez cayó finalmente cuando apareció implicado en una investigación contra una red de pederastas en México. Se confirmó que él mandaba los videos de sus violaciones a un hombre conocido con el alias de Anthony. Enviaba también fotos, conversaciones, todo encriptado. El material que lo implica directamente son los videos de 276 violaciones que él mismo envió, que duraban de dos a cinco minutos. “En muchos se oyen los gritos, los lamentos y las súplicas de las pequeñas e indefensas víctimas”, dijo Semana.

El modus operandi de los dos hombres iba así: Sánchez frecuentaba lugares donde pudieran estar menores de edad sin compañía de adultos, como sitios de videojuegos o centros comerciales. También solía ir a barrios marginales. Tomaba fotos de niños y se las enviaba a Anthony, quien seleccionaba a la próxima víctima y le indicaba cuánto iba a pagar por el video de la violación, que podían ser de US$100 a US$400. Sánchez, entonces, se ganaba la confianza del “elegido” para llevárselo a otro lugar y luego abusaba de él.

En Venezuela logró vivir casi un año haciéndose pasar, según El Heraldo, por un hombre llamado Danilo Santiago Luna. En la capital del Atlántico fue capturado hace más de una década en el centro comercial Metrocentro y su gerente le dijo a ese diario barranquillero: “Hace 12 años fue capturado acá en el centro comercial y lo entregamos a las autoridades. Pero luego supe que se fue a actuar a otros centros comerciales”. En todo ese tiempo, estiman hoy las autoridades, habría dejado más de 500 víctimas a su paso.


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