El 31 de mayo se reúnen cancilleres por crisis en Venezuela

May 16 2017 12:01 am 0
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La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este lunes una cita de cancilleres el 31 de mayo en Washington para evaluar la crisis política en Venezuela, donde la oposición exige en las calles la salida del presidente Nicolás Maduro.

Tras postergar definir la fecha la semana pasada, una mayoría de 18 países fijó la reunión de ministros durante una sesión del Consejo Permanente, a la que Caracas nuevamente no asistió.

El único voto negativo fue el de Nicaragua, mientras que otros trece países se abstuvieron.

Sin Venezuela presente, el embajador alterno nicaragüense Luis Alvarado representó la oposición a la convocatoria, denunciando una “acción inamistosa y hostil”.

El Consejo Permanente de la OEA aprobó el 26 de abril la convocatoria de una reunión de consultas a nivel de cancilleres para discutir la crisis política en Venezuela, expresando una “creciente preocupación” sobre la aguda crisis económica y política, y la violencia desatada en más de un mes de protestas contra Maduro que dejan ya más de una treintena de muertos.

Esa decisión llevó al gobierno venezolano a iniciar su retirada del ente continental, un proceso que dura dos años.

Bloqueo de calles en Venezuela

Miles de opositores bloquean importantes vías de Venezuela, con algunos brotes de violencia, al entrar este lunes en su séptima semana de protestas para exigir la salida del poder del presidente Nicolás Maduro.

Tras lluvias en la mañana en Caracas, los opositores permanecen apostados en la neurálgica autopista Francisco Fajardo, en el este, en tanto que en el oeste las fuerzas de seguridad lanzaron algunos gases lacrimógenos.

El llamado “gran plantón contra la dictadura” ha derivado en focos de disturbios en los estados Carabobo, Nueva Esparta (isla Margarita), Zulia, Aragua, Mérida y Táchira.

Según reportes de prensa y dirigentes opositores, hay varios detenidos, entre ellos la diputada suplente Janet Fermín, en el estado insular de Nueva Esparta.

La jornada se extenderá por 12 horas hasta las 19H00 locales (23H00 GMT) y no se descartan nuevos brotes de violencia. En Caracas, una veintena de grupos de encapuchados puso barricadas en varios puntos de la autopista.

Maduro enfrenta manifestaciones desde el pasado 1 de abril, que dejan 38 muertos y cientos de heridos y detenidos, de los cuales un centenar, según organizaciones de derechos humanos, son procesados por tribunales militares.

En el plantón en Caracas, algunos juegan cartas, cantan, tocan la guitarra o leen, sentados en sillas de playa o en el asfalto y hasta acostados en colchonetas. Llevaron agua y emparedados para todo el día. A ratos lanzan consignas como: “¡Libertad!”.

“No hay libertad, nos reprimen, no hay comida y cuando hay es extremadamente cara, voy a seguir en las calles hasta que haya cambio”, dijo el docente Miguel Martínez.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exige elecciones generales para resolver la grave crisis política y económica, que se refleja en una fuerte escasez de comida y medicinas, y la inflación más alta del mundo, que escalaría a 720% este año según el FMI.

“Mi padre falleció por falta de medicamentos. No hay comida y cuando encuentras está carísima. Aquí te matan por un celular. Todo es un desastre”, dijo Katty Biagioni, sicopedagoga de 43 años, quien lee dentro de una tienda de campaña.

“Hasta que el cuerpo aguante”

En las marchas, los opositores también rechazan la convocatoria del mandatario a una Asamblea Nacional Constituyente “popular”, con la que, a su juicio, busca evadir elecciones y afianzarse en el poder.

“Vamos a seguir en la calle hasta que el cuerpo aguante para que Maduro se vaya porque cada vez hunde más al país. Con la Constituyente se profundiza la dictadura”, declaró a AFP Alberto Barrios, docente de 28 años, quien se guarecía de la lluvia bajo un puente de la autopista en Caracas.

Pero Maduro, cuya gestión es rechazada por entre 70% y 80% de venezolanos según encuestas privadas, asegura que la Constituyente traerá la paz y hace tres días prometió que en 2018 habrá elecciones presidenciales “llueva, truene o relampaguee”.

En diciembre último debieron hacerse los comicios de gobernadores, pero el poder electoral los pospuso y aún no tienen fecha, y este año corresponden los de alcaldes.

La convocatoria a la Constituyente aumentó la tensión política pues al menos la mitad de los 500 asambleístas serán elegidos por sectores sociales en los que el gobierno ejerce fuerte influencia, lo que pone en duda el “voto universal”.

“No hay forma de que Venezuela se cale (aguante) esto. Mientras haya dictadura, no va a haber tranquilidad”, afirmó el diputado Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, único poder del Estado controlado por la oposición.

Llamados a la calma 

La oposición denuncia una “salvaje represión” por parte de militares y policías, que dispersan con bombas lacrimógenas y vehículos blindados a los manifestantes para evitar que lleguen al centro de la capital.

Mientras, Maduro, a quien la Fuerza Armada ha declarado “lealtad incondicional”, acusa a sus adversarios de promover “actos terroristas” para darle un “golpe de Estado”.

El jefe del Parlamento, el opositor Julio Borges, pidió el domingo a la Fuerza Armada abrir un diálogo sobre la crisis del país y “ponerse del lado del pueblo”.

“Ellos piden lo imposible (elecciones generales), por ello intensifican la violencia con apoyo de la oligarquía internacional y del imperialismo”, aseguró el ministro de Movimientos Sociales, Aristóbulo Istúriz.

El gobierno socialista acusa a Estados Unidos, a países de la UE y a la Organización de Estados Americanos (OEA) de “apoyar” los “actos vandálicos” de las protestas.


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