Cae controladora aérea de aeropuerto de Barranquilla señalada de dejar pasar aviones con coca

Feb 3 2020 07:48 am 0
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Martha Elizabeth Orozco Acevedo, una controladora aérea de 54 años, es considerada por las autoridades de Estados Unidos como una ficha clave del engranaje que habría facilitado el traslado de cargamentos de cocaína, de carteles mexicanos, con destino al país norteamericano.

Ella fue capturada en diciembre del año pasado en una operación de la Dijín y la Fiscalía, en la que fueron detenidas otras once personas solicitadas por la Corte Distrital de los Ángeles, en donde les esperan cargos por narcotráfico.

Aunque la captura de esta samaria vinculada a la Aeronáutica Civil en el Atlántico no se conocía, se conoció el expediente que la vincula como supuesta integrante de una red ilegal establecida en Barranquilla y asociada al cartel de Sinaloa, en México. Ahora está detenida en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, en espera de que avance su proceso de extradición a Estados Unidos.

En concreto, dice la investigación, ella habría recibido pagos de dinero para dejar pasar aeronaves con droga por la zona que debía estar monitoreando en su radar en el aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz, de Barranquilla. La investigación, que se inició hace tres años, plantea que los vuelos con drogas salían por lo menos una vez al mes.

“Facilitó la salida de cargamentos de cocaína por vía aérea al no reportar ni generar las alarmas establecidas dentro de sus funciones sobre la presencia de trazas de aeronaves no autorizadas ingresando o saliendo del espacio colombiano”, se lee en el dosier.

“Ella debía estar el día y la hora –previamente coordinados entre los mexicanos y la red– frente a los radares del aeropuerto Ernesto Cortissoz para evitar que fuera registrado y reportado el ingreso al espacio aéreo nacional del avión destinado para ser cargado con unos 500 kilos de clorhidrato de cocaína”, señala uno de los apartes del ‘indictment’ que llegó a la Fiscalía para ordenar su captura con fines de extradición.

El 5 de septiembre de 2017, la organización sufrió un duro revés que la dejó prácticamente al descubierto ante las agencias internacionales y las autoridades colombianas.

Ese día, todo indica, hubo una falla en la coordinación del ingreso de una de las aeronaves del cartel de Sinaloa. Orozco, al parecer, no pudo cambiar turno o se retrasó en la hora de ingreso a su jornada laboral, lo que habría terminado en la detección de una de las aeronaves de la red. Esa mañana, desde la torre de control del Cortissoz otro controlador dio aviso a la Fuerza Aérea sobre el ingreso irregular de un avión por La Guajira.

De inmediato los radares de la FAC empezaron a rastrear la aeronave sospechosa de matrícula mexicana, y con apoyo de un avión militar llegaron al sitio en el que había aterrizado.

“La aeronave había aterrizado en una pista clandestina ubicada en una finca de Pivijay, Magdalena. Los aviones de la FAC dispararon contra ella, haciéndola explotar. En tierra se veía un nutrido grupo de hombres que corrían. Cuando ingresaron por tierra los uniformados (Policía y Fiscalía), encontraron 515 kilos de coca, la que se pretendía transportar hacia Centroamérica en la aeronave impactada”, señala el reporte de la operación.

Gracias a ese error en la coordinación de la red, la DEA y las autoridades colombianas empezaron a seguir la pista de los movimientos de naves por ese punto del país. Lo primero que establecieron fue que las aeronaves y los pilotos que venían por la coca eran mexicanos.

“Los pilotos, además de trasladar la cocaína para el cartel de Sinaloa, verificaban la calidad de la droga que se había pactado; además, que el número de kilos coincidieran con los pagados”, dijo a este diario el director encargado de la Dijín, coronel Gelber Hernando Cortés Rueda. El oficial señaló que dentro de la investigación fue fundamental identificar a la controladora y luego llegar a Harvey Guana, su esposo, considerado por las autoridades el enlace con Jaison Dávila, uno de los señalados dejes de la red y quien tendría el contacto con los mexicanos.

“Una parte de la investigación la sustentamos en que la señora Martha Elizabeth frecuentaba los casinos de Barranquilla, y en una noche movía sus tarjetas de crédito con avances que llegaban a sumar los 2 millones de pesos. Al parecer, esa situación se le salió de control y realizó gastos excesivos”, dijo el coronel Cortés.


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